Fuego a discreción
La noche puede ser tan salvaje como lo requiera el alcohol. La lengua suelta, la boca seca, los sentidos confusos. En el umbral, al acecho, el remordimiento. Hasta que, en lugar de salvajes, eufóricas, locas, las noches empiezan a parecer simplemente repetidas. Entonces el que las presencia y las vive tiene que elegir entre las misiones equívocas del aburrimiento y el sacrificio.
Contenido
Fuego a discreción cuenta con aplomado fervor y una ternura exenta por completo de sentimentalismo el tránsito entre una vida que va a consumarse sin conciencia y una especie de resurrección que nos deja a salvo de cualquier exterioridad ingenuamente optimista.
Escrita en el crepúsculo de la última dictadura militar, la ciudad de Fuego a discreción es víctima de un verano opresivo que traduce en clave meteorológica la situación política. Patrullas de la policía, operativos del ejército.
El capítulo XV precipita una reflexión despiadada sobre la humillación y la tortura. Sin embargo, inexorablemente, se acerca el tiempo de las elecciones.
La novela más negra del Tano mantiene con magia narrativa el diurno ritual de la esperanza.
Acerca del autor
Nacido de padres obreros campesinos en Intra (Italia) en 1938, su familia emigró a la Argentina en 1950, después de la Segunda Guerra Mundial, para radicarse en Salto.
Allí aprendió el castellano leyendo libros que elegía al azar en la biblioteca del pueblo.
No es extraño, pues, que el tema de la inmigración tenga una notable presencia en algunos de sus textos, como en Oscuramente fuerte es la vida (1990, reeditado por Sudamericana en 2003) o La tierra incomparable (Premio Planeta Biblioteca del Sur 1994, reeditado por Sudamericana en 2003).
En su juventud ejerció oficios tan diversos como los de albañil, pintor, heladero, vendedor ambulante, empleado público o periodista.
Su primer libro de cuentos, Lacre, 1964, mereció una mención en el Premio Casa de las Américas de La Habana.
Recibió dos veces el Segundo Premio Municipal (por Fuego a discreción, 1983, y Ni perros ni gatos, 1987), y el Primer Premio Municipal y el Premio Club de los XIII por Oscuramente fuerte es la vida.
También podemos destacar: Siete de oro, 1969, Reventando corbatas, 1988, Amores, 1991, con ilustraciones de Luis Pollini, Gente del bajo, 1995, Demasiado cerca desaparece, 1997, Hay unos tipos abajo, 1998 (llevada al cine y reeditada por Sudamericana en 2005).
Su novela Siempre es difícil volver a casa, 1985, primera incursión en el mundo de Bosque (Sudamericana, 2001), también fue llevada al cine en 1992.
En Sudamericana, además, publicó El padre y otras historias, 2002, Crónicas argentinas, 2003, Tres genias en la magnolia, 2005, y Señores más señoras, 2006.
Durante años fue un asiduo colaborador del periódico Página/12 de Buenos Aires.
Sus libros fueron traducidos al francés, al italiano y al alemán.
Ficha Técnica
© 2007 Editorial Sudamericana.