El buen salvaje. Guillermo Moreno
La política del garrote
Detrás del hombre temido por los empresarios, del militante peronista que cree -como pocos en el mundo kirchnerista- en el actual modelo económico, se oculta toda una manera de ejercer el poder y una estrategia que Néstor Kirchner cumple, de manera puntillosa, desde los tiempos de Santa Cruz.
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A Guillermo Moreno le fue asignado el rol de verdugo de los hombres de negocios, entre otras cosas, porque realmente está convencido de que la Argentina necesita una economía dirigida y precios administrados.
Sin embargo, en muchas ocasiones, cada embestida del ferretero del poder va acompañada de una táctica gubernamental que busca ganar participación en las compañías, casi siempre a través de empresas afines al matrimonio Kirchner.
Varias multinacionales han recibido, mientras soportaban multas, inspecciones o aprietes de la Secretaría de Comercio Interior, propuestas de compras de parte de la estatal Enarsa o empresas de muy buena relación con el kirchnerismo.
Roberto Lavagna fue el primero en admitir públicamente esta tendencia desde el núcleo mismo del poder, cuando renunció a su cargo denunciando al "capitalismo de amigos".
Es el modelo Putin o "corrupción a la italiana", ampliamente superadora de las clásicas desprolijidades menemistas, pródigas en pedidos de coimas: ahora, el poder va directamente por las acciones de las empresas.
Los ejecutivos dicen que Moreno jamás les ha pedido una coima.
Es que en eso consiste su papel en el teatro kirchnerista: en mostrarse feroz, insobornable y asfixiante ante ejecutivos que, por lo general, tienen mucho que esconder porque la transparencia es un bien escaso en todos los sectores de la Argentina, porque el personaje es mucho más colorido y cautivante.
Acerca de los autores
Diego Cabot nació en Santa Rosa, La Pampa, en 1970.
Se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires.
Cursó el Master en Periodismo que dicta la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) junto con el diario La Nación.
En 2004 ingresó a la redacción de La Nación como periodista y actualmente es subeditor del suplemento dominical de Economía y Negocios.
Francisco Olivera nació en la ciudad de Buenos Aires en 1974.
En 1996 se recibió de licenciado en Comunicación Social en la Universidad Austral.
A los 19 años ingresó al diario La Nación donde se desempeñó como cronista de la sección Deportes durante siete años.
En 2000 pasó a la sección Economía y Negocios y actualmente es tercer editor de esa misma área.
Ambos publicaron con Sudamericana, Hablen con Julio, sobre De Vido, en 2007.
Ficha Técnica
© 2008 Editorial Sudamericana.