Hablalo con mi abogado
Viaje sin escalas del altar al juzgado
Conozcan a Esteban Q: un arquetípico varón porteño, de esos que son domados hasta que un día dejan de serlo. Un hombre con tres hijos difíciles, un amigo atorrante, una mucama chismosa, un abogado excéntrico, una mascota imposible, una serie enfermiza de amores fugaces, una cruzada por encontrar a la mujer de sus sueños y, sobre todas las cosas, una ex a la que todo el tiempo tiene que repetirle lo mismo: ¡Hablalo con mi abogado!
Contenido
El héroe de esta novela comienza sus aventuras a partir de un breve pero definitorio momento de lucidez, ese en el que se anima a preguntarse: "¿Qué hago yo casado con esta loca?".
Así es como deja atrás su etapa con Valeria, la madre de sus hijos, y tras años de matrimonio regresa a un territorio que creía perdido para siempre: la vida de soltero.
Nacida como "bloggonovela", la historia de Esteban Q encontró rápidamente su destino de papel dentro de las filas de la literatura de género, o al menos del género menos pensado: juega con la grafía, los dilemas, los recursos y el encanto de un chick lit, pero desde las manos, la pelvis, el corazón y la idea fija de un muchacho argentino, treintañero, golpeado y pasado de rosca a la vez, y parado en el lugar exacto en el que hay una vida atrás y otra por delante.
Mezclando el tono de la más noble comedia romántica con un desvergonzado humor de vestuario, metiendo en la coctelera cretinismo y emoción, ternura y sarcasmo, Facebook y Viaje a las estrellas, centro y barrio, lucidez y ebriedad, tecno y Beatles y muchas otras deliciosas discordancias.
Diego Gualda consigue una crónica aguda, sentimental, profundamente urbana y cargada de historias que parecen descabelladas pero no lo son.
¡Porque divorciarse es una locura!
Acerca del autor
Diego E. Gualda nació en San Isidro en 1974.
De chico quiso ser astronauta y estrella de rock, pero a falta de talento para las ciencias y de habilidad para la ejecución de instrumentos, acabó convertido en periodista.
La Universidad Católica lo depositó en la vereda de las redacciones de revistas y diarios nacionales, donde aún se lo puede ver mendigando.
Fue cronista del desaparecido diario El Expreso y de la revista Gente, y hoy colabora con varias publicaciones de actualidad, incluyendo Apertura, Mañana Profesional y Playboy.
A lo largo de su carrera ha sido un mercenario de la palabra, dispuesto a escribir cualquier cosa por dinero, lo cual "siempre es mejor que trabajar", en sus propias palabras.
Hablalo con mi abogado es su primera novela.
Ficha Técnica
© 2009 Grupo Editorial Random House Mondadori.