Con el corazón abierto
Siempre humilde pero constantemente inspirador, el Dalai Lama nos ofrece palabras que tendrán una profunda resonancia en el corazón de los lectores. Partiendo del supuesto de que, en lo más profundo de nuestro ser, todos deseamos la felicidad, nos recuerda que para ser felices lo importante es fomentar los aspectos positivos y útiles de cada uno de nosotros a la par que atenuamos los negativos, y la mejor manera de hacerlo, afirma, es cultivando la compasión.
Contenido
Su santidad no limita el ámbito de su análisis a las relaciones con nuestras amistades y familiares, sino que subraya la importancia de la compasión entre las naciones y las distintas religiones. La compasión no puede ser verdaderamente transformadora, añade, hasta que no se haga extensiva a todo y a todos, incluso a aquellos que nos causan daño. Adoptando esta actitud seremos capaces de cambiar el mundo para mejor.
Acerca del autor
Su Santidad Tenzyn Gyatzo, el decimocuarto Dalai Lama, es el guía temporal y espiritual del pueblo tibetano. Nació en el seno de una familia numerosa en la provincia tibetana de Amdo, en el verano de 1935. Identificado y entronizado como el líder espiritual y político del pueblo tibetano a los cuatro años, completó su educación budista antes de huir de la ocupación comunista china de su país en 1959.
Desde entonces, ha sido un claro defensor del derecho del pueblo tibetano a la autodeterminación, al tiempo que se ha ganado la estima mundial gracias a sus enseñanzas sobre la compasión y la comprensión. Sus numerosos viajes lo mantienen en contacto con muchos científicos y políticos, y el diálogo interreligioso es siempre una de sus principales preocupaciones. En 1989 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz por sus infatigables esfuerzos para hallar una solución pacífica al conflicto de su país. Vive en Dharamsala, India.
Dalai Lama es el título de la máxima autoridad religiosa del budismo. Es la reencarnación de Avalokitesvara, cuyo espíritu divino se reencarna en un recíén nacido, en el mismo instante del fallecimiento del antiguo portador. Con objeto de conocer al futuro sucesor, todos los niños presuntos candidatos a la elevada dignidad se someten a un atento examen, para ver si presentan las señales que certifican su ascendiente sobrenatural.
La residencia tradicional de Dalai Lama se halla en la Potala (Lhassa), si bien, desde la ocupación del Tíbet por el ejército chino (1959), reside en la India.
En 1987, un niño español de 2 años de edad, Osel Hita Torres, nacido en Bubión (Granada), fue reconocido por el Dalai Lama Zope como su futuro sucesor.
Ficha Técnica
© 2003 Grupo Editorial Random House Mondadori.