El desbarrancadero
«Tú, mi señora Muerte, cabrona. Bienvenida seas a esta casa, mi casa, tu casa [...] cuya puerta abrió de par en par un día, o mejor dicho una noche, mi hermano Silvio: la noche en que se voló de un tiro la cabeza. Después fuimos siguiendo todos, uno por uno, como dicen que van cayendo las ovejas al desbarrancadero.»
Contenido
Al decidir hablar en nombre propio, con su voz (una voz inconfundible que no se parece a la de nadie), Fernando Vallejo rompe con la más obstinada tradición literaria: la del narrador omnisciente que todo lo sabe y que todo lo ve, el novelista ubicuo que puede atravesar con su mirada las paredes y leer los pensamientos. Nada de esto aquí. En vez del Artífice Supremo, un simple ser humano que dice "yo" sin ocultarse detrás de una pluralidad de máscaras. Pero eso sí, uno que ha jurado no salirse jamás de los límites del pronombre de primera persona con todo lo que eso implica: asumir sin disimulos ni subterfugios sus amores y sus odios. Metáfora de la Muerte, conciliábulo de espectros y fantasmas, El desbarrancadero cuenta el fin de una casa en medio de un país que se desmorona.
Acerca del autor
Fernando Vallejo nació en Medellín (Colombia) en 1942. Escritor, cineasta y biólogo, vive en México desde hace varios años. En esa ciudad filmó tres películas y escribió la totalidad de sus libros. En Colombia, Alfaguara publicó su biografía de José Asunción Silva, Chapolas negras, y la edición en un solo volumen de las cinco novelas de su ciclo autobiográfico "El río del tiempo": Los días azules, El fuego secreto, Los caminos a Roma, Años de indulgencia y Entre fantasmas.
Ficha Técnica
© 2003 Editorial Alfaguara.