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De vuelta al continente, trabaja temporariamente en una librería, viajando posteriormente a Bruselas, donde estudia en una escuela de evangelizadores. Se traslada al sur de Bélgica, al Borinage, zona minera donde es nombrado misionero. Su afán de celo y su modo de vida disgusta a sus superiores, no siéndole renovado su nombramiento.

Es ahí donde descubre su vocación artística –tiene 27 años, realizando una serie de dibujos y copias. En La Haya, con su primo, el pintor Anton Mauve, comienza a pintar al óleo.

"Self-Portrait with Felt Hat", 1888. Oleo sobre lienzo,
44 x 37,5 cm. Van Gogh Museum, Amsterdam.

Con un muy escaso bagaje técnico, en pocos años se convertirá en un pintor consumado, derribando el mito academicista que para pintar se debía seguir un largo aprendizaje. Su primera obra maestra, “Los comedores de papas”, es de 1885, apenas tres años después de comenzar a pintar.

"Field with Poppies", 1889. Oleo sobre lienzo, 71 x 91 cm. Kunsthalle Bremen

Su pintura altera las normas del dibujo, perspectivas deformadas, puntos de vista elevados, uso de planos del cuadro curvos, etc., y del color, usando contrastes intensos para expresar los estados emocionales.