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En las narraciones religiosas de Domenico Ghirlandaio (1449-1404), como en escenas de la vida de la Virgen y San Juan, están dispuestas en escenarios contemporáneos e incluyen retratos de clientes y su familia.

Los equivalentes escultóricos de dichas narraciones se encuentran en los relieves del Altar de Antonio Pollaiolo (1432-1498), y de Andrea Verrocchio.

En Venecia, debido a su situación geográfica y su actividad comercial, la pintura reflejó el impacto de la decoración bizantina y de la pintura del norte europeo, en particular el empleo de la pintura al óleo.

El nacimiento de venus, (c. 1485), Tempera on canvas, 173 x 279 cm. Uffizi, Florencia. Sandro Botticelli. / El nacimiento de venus es una alegoría que representa el amor cristiano y pagano. A la derecha de la composición se encuentra representada la Tierra o la Primavera que acude a cubrir a la delicada Venus con un manto. A la izquierda, entrelazados en un abrazo, aparecen Céfiro y Cloris. © Enciclopedia Microsoft Encarta.

La demanda local de trabajos y retratos devocionales encajó bien con el estilo veneciano, en el cual la superficie brillante y el color suntuoso eran más importantes que la inclusión de formas clásicas.

Las cofradías laicas de Venecia desempeñaron un papel significativo en su patronazgo de obras pictóricas para sus sedes. En el Milagro de la Reliquia de la Veracruz, de Vitorio Carpaccio (1460-1526), la representación del hecho está relegada a una posición lateral en un escenario de canales venecianos, poco apreciados por el tropel de miembros de la cofradía representados.

Portrait of Giovanna Tornabuoni, (1488) 77 x 49 cm. Thyssen Bornemisza Collection, Madrid. Domenico Ghirlandaio.

Antonello de Messina (1430-1479) aprendió la técnica de la pintura al óleo en los Países Bajos, la que llevó a su tierra y en la cual Giovanni Bellini (1430-1516) accediera al empleo del nuevo medio. El uso de la técnica afectó profundamente la dirección del arte veneciano.

Sus retablos y retratos, todavía contemplativos, inicialmente representados con formas lineales escultóricas, cada vez se hicieron más saturados de color y luz, cualidad que aportó también a sus composiciones paisajistas.

En el próximo número continuaremos con La pintura del Siglo XV al norte de los Alpes.