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En busca del espíritu clásico
La pintura en el prerrenacimiento
por Miguel Nuñez
Esta etapa es el desarrollo de las artes durante el Siglo XV, en la que la pintura juega un
papel preponderante ante el resto de los géneros.
Se establece una nueva relación entre la obra de arte y el observador, ya no solo se
encuentra al servicio del espectador sino que se crea una confrontación entre uno y otro.
La Matanza de los Inocentes (1303-06). Fresco, 215 x 195 cm. Capella dell' Arena, Padua. Giotto.
Además, de las investigaciones en el campo de la perspectiva y proporciones, se nota también un acentuado interés en un nuevo concepto del retrato como reproducción fiel del individuo y el comienzo de la pintura paisajista. Desde el punto de vista artístico se recorre el camino desde la representación “natural” a una profunda “aprehensión de la naturaleza”, en la que se destacan en Italia las obras de Masaccio, Uccello, Piero della Francesca, Botticelli y Mantegna, en Alemania las de Multscher, Witz o Cranach, entre los Flamencos la pintura de caballete de los hermanos Van Eyck, Rogier van der Weyden, Hugo van der Goes y Hans Memling, llegando a los fantásticos mundos de El Bosco.
Maestá detalle (1315), 79 x 65 cm (medida detalle), Fresco. Palazzo Pubblico, Siena.
Simone Martini.
Al llegar a fines del Siglo XV en Venecia, gracias a Antonello da Messina y Giovanni Bellini, se manifiesta una revolución pictórica a la que llamaremos Alto Renacimiento. El Quattrocento Florencia se convierte en el punto inicial de la renovación artística, si bien no poseía un gran peso político presentaba un desarrollo económico, dentro de la Italia de comienzos del Siglo XV en la región europea, más progresista. Además de una serie de escultores y arquitectos, se destaca la obra de muchos pintores, de los que citaremos a Masaccio, heredero de un estilo impuesto por el Giotto, e inspirado en obras de los escultores Donatello y Nanni di Banco, las que marcarán las pautas para todo el Siglo XV.
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