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El arte en la vida cotidiana (página 2)
Frente a estas diferentes posturas, el pintor holandés, Piet Mondrian
consideraba al arte como un sucedáneo de la armonía en tanto la vida
misma careciera de ella; una vez que la existencia alcanzase ese estado
de equilibrio y belleza, el arte desaparecería puesto que carecería de
razón de ser.
Aunque resulta difícil creer que se llegue a esos extremos, nos muestra
el grado de importancia que el Arte puede tener en la vida del ser humano.
Side Chair, 1894-95. Henry Van de Velde
En síntesis, el ser humano es demasiado complejo para agotarse en una elección de oposición, es más bien una entidad aglutinadora que asimila los diferentes aspectos de la realidad, los transforma y se retroalimenta de ellos. No podemos, por tanto, decidir por uno u otro aspecto, sino que serán ambos a la vez. Precisamos el arte para ver y entender nuestra realidad, así como para soñar nuevas realidades, pero también lo precisamos en nuestra vida cotidiana, el sillón, el microondas deben ser cómodos y fáciles de usar, pero deben ser agradables a la vista y al tacto; y aún más, precisamos de lo kitsch y de lo banal (ver una tele novela o usar una ropa caprichosa).
Office of Julius Meier -Graefe, c.1900. Henry Van de Velde
Como sea, el Arte estará presente en nuestra vida, sea a través de la obra única e irrepetible que nos lleva a la reflexión, o sea por medio de los objetos de uso cotidiano que nos facilitan las tareas y distraen el espíritu.
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