|
|
|
Las sucesivas identidades de un ser
por Lilia Muniz
Héctor López Muniz ha regresado a sus raíces cargando en su maleta una
formación académica para regalarnos sus obras plásticas.
Nuestro país se caracteriza por tener una gran cantidad de artistas plásticos en
relación a su población, es algo que he sentido continuamente de parte de extranjeros
cuando deslumbrados, como en este caso, por un nuevo valor, quedan maravillados y
expectantes.
López Muniz y sus veinticinco años en el exterior le dieron una formación estupenda,
académica y rigurosa, como se puede ver en su currículo y en su obra.
Lo más sorprendente de este artista multifacético (dibuja, pinta, esculpe) se vincula a la manera en que se apropia del imaginario de nuestros antepasados y del presente, misturándolos en esa contradicción constante que es su obra, sin que por ello deje de lado su valor estético y/o artístico. "Existe una gran identidad fundamental en todas las manifestaciones artísticas. El arte se aplica a todo. Echamos mano de él para atender nuestras medidas de previsión o para procurarnos de un solaz, para magnificar todo lo que nos conviene y todo lo que deseamos propiciarnos, y para deprimir o aniquilar todo lo que nos es adverso o creemos que pueda serlo, para defendernos, para atacar, para relacionarnos con lo que nos rodea, para observarnos nosotros mismos; en fin, para todo."(Pedro Figari).
Es así que vemos en sus obras retratos de nuestros abuelos, sin rostro algunos, bien definidos otros, mezclados a cuadros donde se estremece nuestro espíritu al sentirse atrapado como la mosca que en una celda presiente la araña; o en el enfrentamiento del metal medieval frente a un seno suave y cálido. Podemos sentirnos libres frente a su obra, aniquilados ante una expresión surrealista de mujeres que lucen sombreros nidos o aliens o jóvenes que quedan pegados y enredados en sus propias ropas en esa desesperación por escapar...
|
1 2 3 4 5
|