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También se felicito por el fallo del tribunal británico, que le permitirá en adelante controlar el modo y las circunstancias en que esta afamada imagen sea distribuida y utilizada. Sobre las cláusulas de tipo económico alcanzadas en el acuerdo, no hubo información. Pero el fotógrafo declaro que los ingresos generados por la reproducción de la fotografía se destinaran a la compra de medicamentos para los niños cubanos.

La representación del Che Guevara mirando al infinito se originó por mera casualidad, durante un acto fúnebre realizado a las víctimas de la explosión del barco La Coubre el 5 de marzo de 1960.

Alberto Díaz Gutíerrez "Korda", junto a su obra "el guerrillero heroico". Associated Press.

De acuerdo con el fotógrafo Korda, la imagen se tomo accidentalmente, y entre los presentes eses día se encontraban los escritores Jean Paul Sartre y Simoine Beauvoir.

Curiosamente esta foto quedó olvidada, pues la fotografía que se difundió en los diarios al día siguiente fue la de Fidel Castro.

En 1967 cuando el editor italiano Gian Giacomo Feltrinelli visitó La Habana, obtuvo la fotografía como un obsequio de Korda, quien nunca se imagino que Feltrinelli la utilizaría en provecho propio al imprimirla en millones de carteles, obteniendo algo más de 5 millones de dólares por la comercialización de la imagen del Che.

Paradójicamente el verdadero autor de la imagen gráfica no participó de esas ganancias, y recuerda que “ni yo ni Cuba obtuvimos beneficios”.