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El tango de los diferentes (página 2)
Todo es descascarado en Nadie es perfecto (Flawless). Todo es descarnado y sin dobleces
de discurso. El relato o la narración tiene un gesto de balada rota o si se quiere de tango
arrabalero, como los que degusta el personaje de De Niro. Una historia si se quiere de
sobrevivientes que se funden en el anonimato de la gran ciudad sin mayores incidentes y con
un marcado grisado en la postura del ex detective y un revoloteo subido de tono en los gestos
y en los atuendos de los travestis.
El personaje de De Niro es, por supuesto, homo fóbico y los pocos cruces que ha mantenido con
el travesti, han sido crudos y verbalmente violentos.
Pero nadie es perfecto, así es: esos
polos opuestos, por un accidente, se irán aproximando - De Niro aceptará tomar las clases de
canto que brinda el travesti para mejorar su habla - hasta fundar una relación al principio
distante, luego calurosa y más tarde subrayada por la solidaridad y el humanismo y en
donde el mayor mérito de Schumacher es la contención que deliberadamente coloca en los
parlamentos y en los vaivenes de ambas criaturas,para que la anécdota no se vaya de
control.
Duelo actoral mayor entre De Niro y Philip Seymour Hoffman (quien ya había
comprobado su virtuosismo tanto en Boggie Nights como en Magnolia, ambas de Paul
Thomas Anderson.
«Nadie es perfecto» es factiblemente el mejor filme de la trayectoria de Schumacher
y a la vez, uno de las mejores películas de esta temporada con tantos altibajos.
Todo funciona en el filme: la pintura exterior e interior de los personajes, las escenificaciones
abigarradas en el cuarto del travesti, los bordes dramáticos y al mismo tiempo punzantes y
hasta mordaces, así como también esa química de marginales o diferentes que se ven tan lejos,
tan cerca que en definitiva iluminan con su equipaje anímico y emocional a
los espectadores. Excelente.
Ver también Sitio oficial del film "Nadie es perfecto"
"Flawless". © 1999. Metro-Goldwyw-Mayer Studios Inc. All Rights Reserved.
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