Aunque las diferentes fuentes de luz nos parecen blancas, realmente poseen
distintas tonalidades que son producidas por pequeñas variaciones en los
colores que las componen. Por ejemplo la luz producida por una lámpara de
tungsteno aparece más rojiza que una tomada con luz solar.
Si en cambio realizamos la misma toma con una iluminación de una lámpara
fluorescente la fotografía se vería con una tonalidad verdosa, en la fotografía
convencional estas variaciones de temperatura del color pueden ser corregidas con
la utilización de "filtros correctores" o mediante el uso de una película
adecuada para cada fuente. Lo que implica cambiar de película para cada situación o disponer de
por lo menos tres cámaras con sus correspondientes películas.
Opciones seleccionadas: Equilibrio de Color Automático y Flash Automático.
En la fotografía digital tenemos la opción de establecer manualmente el equilibrio
de color en una imagen de forma de que los colores parezcan naturales ante
cualquier fuente de luz. Las cámaras digitales en su mayoría poseen
la posibilidad de seleccionar manualmente el “balance de color” mediante
valores preestablecidos por el fabricante, como se detalla a continuación:
Punto Blanco. Esta opción nos permite establecer el equilibrio
de color en una imagen. Se puede utilizar un "Punto Blanco" preestablecido
o establecerlo manualmente.
La opción “Punto blanco” no permite elegir el equilibrio de color
seleccionando los valores preestablecidos en la cámara - automático, soleado,
nublado, tungsteno o fluorescente -, o establecerlo en forma manual.
Para establecer un valor en forma manual debemos elegir la opción
"manual" y dirigir él objetivo de la cámara hacia un papel blanco,
encargándose la cámara de establecer este valor para el color blanco
correspondiente a la fuente de luz utilizada, sea cual fuese la
temperatura del color.