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La pintura del siglo XV al norte de los alpes
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Prueba de ello son los cuadernos de apuntes y bocetos de Villard de Honnecourt, arquitecto que
realizara practicas itinerantes entre los años 1230-1234, así como Jean Fouquet (1415-
80) y Rogier van der Weyden viajaron a Italia a mediados del siglo, que Justus de Gante
(1435-1480) trabajara en la corte de Urbino entre los años 1472 al 75. También se
prueba que Federico Sforza enviara al pintor Zanetto Bugatto (1401-1466) a realizar
estudios de tres años con Rogier van der Weyden.
También la innovaciones se conocieron a través de las importaciones de obras de arte. En Venecia, Urbino y
Nápoles se coleccionaba pintura neerlandesa. El tríptico de Portinari de Hugo van der
Goes (1440-1482) en Florencia, ejerció gran influencia en la pintura Toscana de fines
del siglo XV.
Los depositarios del matrimonio Arnolfini, (1434). Oleo sobre tabla, 82 x 60 cm. National Gallery, Londres. Jan van Eyck.
Rogier van der Weyden (1399-1464) fue alumno de Campin, poseedor de un brillante sentido del diseño abstracto, explora las posibilidades emotivas del nuevo estilo en su obra maestra “Descenso de la Cruz”. Petrus Christus (1444-1473), discípulo de Van Eyck, continuo con su estilo más contemplativo de su maestro y realizo sus primeras experiencias holandesas de la técnica italiana de la perspectiva de un punto de fuga. Martin Schongau (activo 1469-1491) traslado el estilo figurativo de Rogier van der Weyden a la nueva técnica del grabado, dicha estilo se diseminó ampliamente por dicha técnica. En los Países Bajos, Dirk Botus (1410-1475) y Hans Memling (1430-1494), se inspiraron también en ese estilo.
Descendimiento de la cruz (c.1435). Oleo sobre tabla, 220 x 262 cm. Museo del Prado, Madrid. Roger van der Weyden.
Hieronymus Bosch (1450-1516), se especializó en grandes composiciones panorámicas poblada de innumerables figuras diminutas y criaturas pequeñas. Aunque sus pinturas utilizan con frecuencia el formato del tríptico habitual en los retablos, es más probable que tuvieran la intención de ser alegorías morales para el entretenimiento y edificación de los coleccionistas privados. Mattias Grünewald (1470-1528), el más expresionista de los pintores renacentistas, se concentro en temas religiosos. Su obra maestra, los postigos del retablo de Issenheim (1515), encarna vívidamente el misticismo poético de la teología medieval tardía. |
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