(página 2)

Cuando tenía unos 8 o 9 años sucedió algo que revolucionó la zona: la llegada de un circo, durante la tarde los parlantes no dejaban de emitir una música que día a día iba atrapando a nuestro amigo. Cabe recordar que por entonces y en aquella zona no existía la electrificación y el uso de la radio a batería estaba limitado para escuchar solamente los informativos.

Si bien nosotros entendimos el desconocimiento que Lucio tenía de la música del circo, presumimos que por el entorno y la época debía conocer la música de algunos folcloristas, a lo cual él nos agrega:

-“Es más, mi padre antes de haber formado la familia era guitarrista en una orquesta típica, luego tocaba de tanto en tanto en mi casa, el me pasaba algunas cosas y yo las asimilaba, pero al ser zurdo me las tenía que arreglar con una guitarrita de juguete con la que empecé a hacer mis primeros intentos.”

Se termina el quebracho, se termina el trabajo en la zona, por entonces tenía 13 años y debieron buscar un nuevo destino, el mismo fue la ciudad de Reconquista, por entonces con unos 20.000 habitantes.

-“Al comienzo fue duro, mi padre continuó con el mismo oficio, tuvo que conseguir nuevos clientes, yo por mi lado ingresé en la Escuela Técnica lo que sumaba de alguna manera otros gastos. Por ese tiempo un migo empezó a tocar guitarra, el cual también era zurdo, esa guitarra sirvió para que decubriera cual era mi verdadera vocación, cuando tenía 13 años mis padres pudieron comprarme una y al poco tiempo comencé a tocar en público, por esa época folclore”.

Su primera actuación tuvo lugar en una capilla y estuvo llena de dificultades, lo habían anunciado para actuar al final del beneficio, como “broche de oro”, su participación no gustó, y tuvo que soportar un público hostil, terminado el evento y cuando ansioso por retirarse fue a buscar su instrumento, comprobó que se lo habían robado, como comienzo no pudo ser peor.

-“Tendría 15 años cuando pude obtener una nueva guitarra y ahí comencé con mis intentos de formar un conjunto folclórico, pero no le gustábamos siquiera a los vecinos, en los ensayos nos tiraban piedras por encima de los muros. Al fin tocamos en Intiyaco, un pueblo alejado de Reconquista al cual llegamos en un camión, el conjunto estaba bastante menguado ya que ensayabamos seis y nos atrevíamos a tocar en público tres, nos dejaron dormir en el hospital ya que hotel no existía y logramos tomar el tren de regreso porque venía con un día de atraso. Pese a todo nos trataron con un poco más de respeto”.

Al poco tiempo de esta experiencia lo integraron a un grupo musical moderno, tenía entonces 18 años.

-“ Fue el comienzo de una época espectacular porque al poco tiempo el dinero que ganaba ya me alcanzaba para ayudar en mi casa, un poco por inercia continuaba con mis estudios en la Escuela Técnica, el impulso de mi padre me ayudo a terminar.”

Este grupo de nombre “Los Estudiantes” era de Reconquista y estaba compuesto por seis integrantes, el promedio de edad era de unos 32 años. Lucio era el cantante. Durante tres años fue algo así como el “niño mimado”, luego dio el gran salto:

-“En realidad fue un salto al vacío, en el soñado Buenos Aires el cantante se convirtió en cadete de una sastrería, allí y cuando tenía 21 años recibí la noticia del fallecimiento de mi padre por lo cual no dudé en regresar.”